La mesa
Una mesa puede ser muy estética y con un maravilloso diseño, pero si no es funcional y desempeña su cometido para lo que se ha creado, al final será inútil e incómoda.
Me gusta comparar con metáforas como se vive un proceso de recuperación alcohólica para visualizar esos «pequeños detalles» que muchas veces se nos pasan por alto y son los que en realidad impiden el éxito.
La mesa puede tener muchas patas pero por norma se suele sustentar en cuatro. A cada pilar le podemos atribuir una cualidad necesaria para el bienestar: Una pata lo personal, otra lo familiar, la tercera lo social, y la cuarta lo laboral.
Entonces, al comenzar un proceso de recuperación alcohólica después de estar años consumiendo, nuestras patas … están deterioradas por todos los lados. Nuestra inmediatez y ganas de obtener resultados inmediatos hace que enseguida queramos arreglarlas todas a la vez mientras vamos dejando de beber, siguiendo un proceso, y absteniéndonos del consumo.
Aunque así sea, y poco a poco vayamos equilibrando las patas para que la mesa adquiera una estabilidad y no cojee o se mueva a medida que avanzamos nuestra recuperación, todo esfuerzo en mejorarlas será en vano si no tenemos una superficie lisa donde apoyarla.
En la superficie es donde siempre he basado la recuperación alcohólica. Esta es la base de toda recuperación: La máxima prioridad.
¿De qué nos sirve tener una mesa restaurada, bonita, y funcional si no tenemos una buena base para apoyarla?
Ya sé que todo esto de mesas y patas puede confundir un poco relacionándolo con la recuperación alcohólica pero es lo que casi siempre hace que cuando intentamos reparar una vida atizada por el alcohol, la falta de una buena base en el proceso de recuperación haga que todo esfuerzo y sacrificio, por muy meritorio y costoso que nos haya resultado, se vaya a pique al cabo de un tiempo y volvamos a beber.
Antes de solucionar mis pilares básicos vitales (lo personal, familiar, el entorno, lo económico, social, etc.) debo conseguir estar bien conmigo mismo y disfrutar de recuperarme, porque sólo estando bien conmigo mismo … podré estar bien con los demás.
Por lo tanto, antes de trabajar en la mesa rota deberíamos empezar a trabajar en conocernos y crear una buena base y firme para que sobre ella se pueda sostener cualquier mesa que nos pongan encima.
En resumen, a veces lo que hace tambalear la mesa no es el equilibrio de sus partes, si no el lugar donde se sostiene.
Muchas veces me decían incesantemente: «¡Para recoger, antes hay que sembrar!» Yo les creía,pero cuando dejé de beber me di cuenta que en esta expresión tan típica y tópica faltaba algo: Antes de sembrar … ¿Habrá que quitar las piedras y rastrojos que dificultan la siembra?
Pues la mesa como la tierra en la que queremos cosechar es lo mismo: Si no hay una buena base, la recuperación alcohólica y las ganas de volver a vivir sin necesidad de beber, no se mantendrán.
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Buenos días, otro punto a tener en cuenta es la parte superior de la mesa, es decir, donde se colocan las viandas. Es impresinndibe que la unión de todas las patas de la mesa estén bien clavadas a la tabla superior.Leer más ..