La ignorancia no es una excusa
En la era de las comunicaciones y tecnologías que nos saturan y taladran con información o esta nos invade continuamente, ya no hay excusas para lamentarse por falta de conocimientos sobre las consecuencias del abuso de alcohol o alcoholismo.
Evito desde siempre entrar en el morbo y hacer leña del árbol caído, pero cada día, día sí y día también, los medios nos cuentan más de un caso, suceso e incluso tragedia de grandes dimensiones por culpa del mal consumo.
En otras ocasiones, para no mojarse o aventurarse en la posible causa indirecta y a la vez desencadenante (consumo abusivo o en exceso de drogas y alcohol), van directos a las consecuencias directas pasando por alto las verdaderas razones de tal o cual suceso.
Apelar a la ignorancia y desconocimiento … no es ninguna excusa.
El que no sabe las consecuencias es porque no quiere, no porque no tenga información o acceso a ella suficiente.
El «no lo sabía …, yo creía que…, si lo hubiera sabido no…, jamás pensé que esto pudiera suceder, no imaginaba estas consecuencias…» son recursos muy pobres de defensa cuando la «jodida» ya está hecha.
Insisto, un día más: comencemos a tomar conciencia real y no de pastel. Esto se nos va y se nos escapa. Luego la gente se sorprende y se pregunta: » ¿Pero cómo es posible que haya hecho esto?». La verdad es que, personalmente, a mí no me sorprende nada que venga provocado por el abuso o exceso: Cualquier cosa, ¡me la creo!.
La realidad, en el alcoholismo y drogadicción, siempre supera a la ficción. Dejemos de mirar tantas películas y aprendamos a conocer lo que nos rodea y planea sobre nuestro entorno.