La diferencia entre dejar de beber y recuperarse
«No esperes resultados diferentes si siempre haces lo mismo» Einstein
Dejar de beber es abstenerse. No consumir para evitar sufrir el malestar o las consecuencias a las que el alcohol nos derivan.
En principio debería ser lo mismo que recuperarse pero hay una gran diferencia que se concentra en un pequeño matiz:La necesidad
Cuando alguien enfermo o con problemas de abuso, exceso o falta de control por el alcohol decide dejar de beber está dando un paso muy importante y necesario, …pero nunca suficiente.
La mente empapada de alcohol durante muchos años no se seca y «no olvida» tan fácilmente. Puede que consigamos permanecer secos y abstinentes temporalmente, pero si no modificamos conductas, cambiamos hábitos y desarrollamos nuevas habilidades sociales para mantenernos ilusionados en ese estado, tarde o temprano el alcohol volverá a llamar a nuestra puerta y lo dejaremos todo para volver con él. Por eso somos enfermos: no consumimos por placer si por necesidad de hacerlo.
Sin embargo la recuperación (me da igual el nombre mientras no sea «curación». Podemos llamarle proceso, programa, método, rehabilitación) es todo lo contrario de la abstinencia.
Cuando nos recuperamos no es una resistencia a las ganas de beber o consumir, no es un suplicio ni una tortura porque no podamos hacerlo, no es un modo de vivir igual que antes pero con la única diferencia de que no bebemos. ¡No, no es eso!
La recuperación es dejar aquello que nos mataba y destruía lentamente para recuperar lo otro que nos da la ilusión, motivación y ganas de vivir sin necesidad de ser otra persona por los efectos de la intoxicación.
Recuperarse es renacer, reinventarse, resetearse, … resucitar.