La cosa más bella del mundo, es por supuesto, el mundo mismo. Wallace Stevens

Me parece genial la frase de Stevens para describir lo qué nos está pasando en general a la sociedad, en la que precisamente hacemos todo los contrario.

Siempre estamos de viaje a ninguna parte, de aquí para allá sin ni siquiera saber a dónde vamos.

Después de muchas reflexiones, aunque siempre lo haya tenido claro queriendo ver las ovejas, he llegado a la conclusión que los enfermos alcohólicos estamos impedidos o discapacitados porque la imperiosa necesidad de consumir y refugiarnos tras el consumo, ha anulado cualquier capacidad de ilusión o proyecto vital.

La botella nos ha robado alguna de las maravillas del ser humano: crear, imaginar, soñar, emprender.

Puede que en general, alcohólicos o no, estemos vacíos aún teniendo todo a nuestro alrededor. Puede que lo veamos todo gris, feo, sucio, desastroso y calamitoso, pero al menos los enfermos alcohólicos tenemos una pequeña ventaja para descubrir si eso es cierto: Saber si eso es causa de nuestra personalidad o de nuestra enfermedad.

Deja de beber sin pensar cómo estás viendo el mundo, porque si estás intoxicado es imposible que puedas contemplarlo. Míralo desde la sobriedad y serenidad, haz el esfuerzo, … y tal vez te sorprendas, como dice el titular, de lo maravilloso qué es el mundo en sí.