La base
Lo que más cansa y aburre es observar cómo muchos enfermos se quejan constantemente de todo y todos y se creen con el derecho de una recompensa divina por el simple hecho de hacer lo que deben: dejar de consumir cuando estas enfermo.
Es muy importante y necesario que antes de querer estar bien comprendamos que vamos a sumergirnos en un proceso de mucho esfuerzo donde algunos valores como la paciencia, constancia, perseverancia, tenacidad y compromiso, van a ser fundamentales para sentar unas buenas bases.
No debemos olvidar construir unos cimientos y una base porque toda esta problemática se fundamenta sobre personas. Y si esas personas van colocadas, perdidas, desilusionadas o desencantadas o han enfermado de alcohol u otro tipo de drogas, por muy bien que quieran hacerlo… acabarán mal.
Sólo desde el tratamiento, la recuperación guiada y orientada profesionalmente o con ayuda, el autoconocimiento y la honestidad que se consigue siguiendo estos primeros pasos podremos percibir que todo eso que nos decíamos eran mentiras y excusas para seguir bebiendo o drogarnos. Hay que empezar por la base y la base es el reconocimiento y aceptación de que nuestros comportamientos y percepción están alterados o distorsionados por el abuso o consumo prolongado de alcohol u otras substancias.
La recuperación es un continuo, una evolución constante, un crecimiento personal antes que social, un sentar las bases y fundamentos, las ideas, creencias y metas sobre una personalidad firme, disciplinada y muy perseverante para que nunca más tengamos que retroceder a pedir ayuda a la botella o las drogas.