La agónica incertidumbre

» ¿Qué sucederá?, ¿Volverá a beber?, ¿Cuánto tiempo aguantará así?, ¿Lo hace de verdad?, ¿Irá y se lo tomará en serio?, ¿Cómo encajará cuando le sobrevengan las adversidades?, ¿Sabrá mantenerse en este estado o por el contrario, se desmoronará y volverá a hacer lo de siempre?, …»

¡Cuántas dudas, cuánta incertidumbre, y … que agonía!

Hablamos de una enfermedad tan dura y compleja, tan emocional y asociada a la sensibilidad, tan dependiente de la resistencia y resiliencia así cómo la capacidad y actitud ante los obstáculos cotidianos del día a día, que la incertidumbre siempre planea en el entorno, por muchos tiempo que se lleve sin consumir.

Las personas que han tomado conciencia del alcoholismo como enfermedad saben sobradamente que nunca se puede cantar victoria del todo. Qué en cualquier momento puede venirse todo abajo y la ilusión de la recuperación puede acabar en una gran decepción.

Eso genera un estado de ánimo contradictorio: Por una parte están super orgullosos y contentos de nuestra determinación al ponernos en tratamiento, por otra … siempre tienen la mosca detrás de la oreja.

Por eso es tan importante, cuando el enfermo está predispuesto y se está esforzando realmente en rehabilitarse, darles todo el apoyo y comprensión aún sabiendo que puede salir mal, porque aunque él no lo pida, … la necesita.

Los familiares que viven este proceso conjuntamente, deben aprender a sustituir esa agonía o reducirla a medida que observen un aumento en el esfuerzo y compromiso como una evolución y cambio de conductas en el enfermo que poco a poco va saliendo de esta enfermedad.

La agonía es comprensible pero tiene que llegar a extinguirse si todo va bien y la linea de recuperación es ascendente. No sólo por el tiempo de abstinencia del enfermo, sino por su capacidad de adaptación y gestión a su nueva vida sin necesidad ni pensamiento de recurrir a la botella. Digamos que debe ser proporcional a la evolución del otro: a más cambio del enfermo, menos ansiedad, preocupación y sufrimiento del familiar.