Hoy es el día en que lo puedes cambiar todo.
Que hoy sea el día en que puedes cambiarlo todo no significa que mañana ya haya cambiado.
Toda superación forma parte de un proceso de esfuerzo y entrega, nunca de una fantasía o un despertarse con una idea nueva.
Un camino de mil kilómetros comienza por el primer kilómetro.
Esta expresión, que tantas veces me y he repetido, lo define a la perfección.
Si comienzas a verte derrotado por el alcohol o las drogas, si tu necesidad supera a tu voluntad, ponte en marcha y prepara la mochila, cárgala con ilusión y ganas de emprender un viaje sin retorno para huir de esa situación, y comienza a andar el primer kilómetro.
Unos kilómetros puede que no te parezcan nada o no sean significativos, pero si estos son el inicio de una meta del recorrido que te has propuesto, lo son todo.
Deja de escuchar a quién habla por hablar, a quién predica lo que no cree, a teóricos amargados que dan lecciones de moral que ni ellos mismos han puesto en marcha para sí mismos. Deja ya de querer impresionar, demostrar y gustar a los demás. Escucha exclusivamente a aquellos que siempre estuvieron a tu lado y te amaron, a los que siempre te animaron a las duras y a las maduras, y especialmente … escúchate a ti mismo.
Comienza a caminar sea cual fuere la adversidad que se anteponga a tu meta y objetivo. No te rindas, no dejes que otros valoren tus expectativas y te digan si puedes o no puedes. Camina, ves directo a ese propósito, firme, convencido y comprometido, y consigue que ese día que has decidido cambiar, se haga realidad paso a paso y logres andar esos «mil» kilómetros.
¡Sólo tu puedes y sólo depende de ti!
Ánimo, y hacia adelante. Para atrás, … ni para dar impulso.