Hazlo por ti

Esta debe ser la primera pregunta que uno mismo debe plantearse muy conscientemente y mucha honestidad: ¿Por o para quién quiero dejar de beber?

Está clara que la opción correcta a la respuesta debe ser por uno mismo.

Sin embargo, si todo fuera tan sencillo en esta enfermedad no habría tantos intentos de recuperación con tantos fracasos.

Digamos que cuando uno se acepta y considera enfermo alcohólico sabiendo que su única salida real es la recuperación, debe emprender una batalla no sólo contra la botella, sino contra otras muchas circunstancias.

Una batalla que se libra en tres frentes muy diferentes: Contra uno mismo, contra la familia, y contra el entorno.

Partiendo de la base que la recuperación, en la mayoría de los casos por no decir todos, nace de la coacción o el condicionamiento (“Si no dejas de beber …”) comienza siempre desde “afuera a dentro”.

¿Qué significa ese “de afuera a adentro”? Significa que aceptamos la ayuda o el tratamiento para calmar, tranquilizar, demostrar o aparentar a los demás que tenemos la intención de cambiar y hacer mejor las cosas. Eso nos lleva a actuar por o para.

Con esta base, la construcción de una buena recuperación se está cimentando sobre la fragilidad (al hacerlo por otros será complicado adquirir una convicción y compromiso con y para nosotros mismos) y eso hará que el tiempo diluya todas esas buenas intenciones de agradar o conformar porque tal vez consigamos, a base de mucha resistencia, mantenernos abstemios pero nuestra mente seguirá empapada de alcohol.

Por eso, la recuperación tiene unos pasos previos y necesarios imprescindibles para asentar y fundamentarla que nos ofrezca una garantía de éxito: Reconocerse enfermo, pedir ayuda, rehabilitarse, y aprender a vivir sin necesidad (que no ganas) de alcohol.

Durante este trayecto inicial, el planteamiento inicial debe cambiar tanto que debe convertirse en la base del resto de nuestra vida: ” De dentro a afuera”. Lo hago por mí, para mejorar, crecer, superarme, y conseguir un bienestar que el alcohol me robó hace ya muchos años.

Si yo estoy bien conmigo mismo … lo podré estar con todos los demás.

Cuando se alcanza este nivel de comprensión, nace el compromiso y con este, la verdadera y auténtica recuperación

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