Hay batallas que se deben librar

«Evitar la confrontación contra formaciones de combate bien ordenadas y no atacar grandes batallones constituye el domino de la adaptación» Sun-Tzu El Arte de la guerra

 

Que uno no deba meterse en todas las guerras o quiera evitar el conflicto no significa que la vida a veces te obligue a librar batallas.

Mi concepto y vocabulario tan «bélico» me delata cuando me refiero al alcoholismo: siempre me dirijo a él como una batalla …que sí o sí hay que ganar.

Pero esa batalla no la visualizo como una lucha constante y eterna porque eso sería una derrota garantizada.

Parto de la base que,como enfermo,el alcohol es más poderoso que yo. Por eso no le doy el rango de «enemigo». No merece la pena desgastarme en una guerra en la que no tengo posibilidades.

El enemigo …soy yo mismo. Ese enfermo que tiene el deseo y la necesidad imperiosa de consumir. Por eso,al referirme a batalla lo hago hacia una personal:aprender a vivir sin necesidad de beber.

Intento utilizar todas las herramientas y técnicas posibles para vivir caminando por una senda distinta a la del alcohol. Al principio me costó muchísimo y tuve que dar rodeos muy grandes para no toparme con él (dejar personas,entornos,y ambientes tóxicos),pero con el tiempo y mucho trabajo he aprendido a andar en paralelo como si de dos rectas infinitas se trataran (la sociedad alcohólica que nos rodea me ha conducido a eso,por lo tanto he aprendido a seguir mi trayecto con alcohol al lado,no conmigo)

Tener este concepto claro hace que la recuperación cada vez sea más llevadera.

Al dejar de beber comprendí que no era el mundo quien debía cambiar,sino yo.

Por eso,al enfermar de alcoholismo,si te quieres recuperar,tanto lo desees o no,tendrás que librar esa misma batalla que todas las personas que han salido de este infierno han tenido que emprender.