Hacia atrás … ¡Ni para dar impulso!

¿Queremos ponernos bien y recuperarnos? ¿Salir del infierno del alcoholismo?  Pues a andar, a comenzar por el principio, desde la base, con pequeños pasitos de distancia y enormes en el crecimiento, a dejarnos ayudar, a aprender a no cuestionar, a saber perseverar, a mantenernos con firmeza y comenzar a adquirir un compromiso, … a tirar hacia adelante haciendo las cosas como toca y correctas.

Por la vía rápida, con prisas, con inmediatez y ansias de resultados, con la fantasía de querer cambiar un infierno en cuatro días sustituyéndolo por un paraíso de tranquilidad, a nuestra manera sin pretender cambiar nuestras antiguas conductas y hábitos, con los mismos ambientes y entornos, con la misma actitud prepotente y soberbia pero sólo sin beber o con mera abstinencia … así no se llega a ninguna parte.

Lo que más me cansa y aburre es observar como muchos enfermos se quejan constantemente de todo y todos y se creen con el derecho de una recompensa divina o cósmica por el simple hecho de hacer lo que deben;dejar de beber cuando eres alcohólico.

La vida es dura para todo el mundo, y los alcohólicos no somos especiales ni la vida nos debe nada, sino como cualquier otros enfermos tenemos la responsabilidad de como mínimo, intentar ponernos bien.

Ya puede haber tratamientos, métodos, programas, consejos, ayudas y apoyo, lo que sea en general que si los propios enfermos no nos ponemos manos a la obra y comenzamos a avanzar … todo esfuerzo será en vano.

La recuperación es sinónimo de avanzar y crecer como persona sin necesidad de refugiarnos en sustancias que nos produzcan efectos. No valen las rabietas, los pataleos, la rendición o el enfado. Hay que dar paso tras paso y … para atrás ninguno. Ningún paso hacia atrás ni tan siquiera para coger impulso.