Hacia atrás … ¡Ni para coger impulso!
Avanzar un paso para acabar dando dos hacia atrás es lo mismo que nada.
¿Quieres recuperarte de tus problemas de alcohol? Entonces no te puedes permitir el lujo de dar ningún paso hacia atrás.
No hay negociación, argumentos, motivos ni nada de por el estilo que nos podamos permitir porque entonces estamos regresando a la casilla de salida.
Además, cualquier intento de argumento para justificar un desánimo, un desaliento, una falta de fuerzas … en alcoholismo se llama excusa.
La vida es hermosa y maravillosa cuando nos encontramos bien y a gusto con nosotros mismos aceptándonos tal como somos. Esa es la clave (para mí, el objetivo) del bienestar.
No puede existir bienestar si hay alcohol de por en medio. Eso es, más que imposible, incompatible.
Ese bienestar al que se llega por la superación y crecimiento personal … no permite adulterar la percepción o transformarla artificialmente con ninguna sustancia.
Cuando bebemos por necesidad, con ansia, compulsión, desesperación y dependencia, que es como lo hacemos los enfermos alcohólicos, estamos buscando una vía de escape y evitar afrontar nuestra realidad porque no nos gusta.
Por eso la recuperación debe ser firme, tajante, decidida, con fuerza y energía dando pasos, aunque estos sean a veces pequeños, siempre hacia adelante.
Todo lo que no sea eso (retroceder, ir hacia atrás, …) significa coger el primer desvío hacia la autopista que conduce al consumo.
Siempre, siempre, pase lo que pase, hacia adelante. Hacia atrás … ni para coger impulso.