Experimentos

 

 

Cuando vemos que vamos perdiendo el control del consumo y ya no somos nosotros quienes manejamos al alcohol sino el a nosotros,intentamos hacer variaciones (tipos de bebida diferentes,propuestas de consumo controladas,disminuciones de cantidades,tomas en según que horas o días de la semana,…) que no dejan de ser meros «experimentos caseros».

Si habláramos con cualquier persona que se ha rehabilitado y lleva años sin beber,probablemente nos confirmaría esta teoría de querer nadar a contracorriente. Seguro que todos,sin excepción,nos comentarían que antes de adquirir un compromiso firme de recuperación,antes intentaron varias cosas para comprobar si en realidad estaban enfermos o es que no «sabían beber».

Ningún alcohólico quiere dejar de beber. Se tienen que dar muchas circunstancias para que se logre como mínimo intentarlo: Contemplación (empezar a pensar,a darse cuenta,a ser conscientes de que nuestro consumo no es normal), condicionamiento (reproches y recriminaciones continuas durante años),desesperación (cada día más de lo mismo:amargura,impotencia,frustración),y especialmente comprensión (somos enfermos porque a pesar de las consecuencias,no podemos evitar la necesidad de beber).

Los experimentos son atajos que no conducen a ninguna parte. Si uno está enfermo,el único camino adecuado es el del tratamiento y la recuperación. Todo lo demás …películas,excusas,y fantasías.

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