Estar a las duras y a las maduras

«Pero el que persevere hasta el fin,ése será salvo» Mt 13;24

 

» Yo dejo de beber cuando quiero…»

En primer lugar no tiene sentido expresarse de este modo. No hay que dejar de beber cuando se quiere (porque eso ya se da por supuesto),sino cuando se necesita.

Un enfermo alcohólico lo necesita siempre,por lo tanto no debe experimentar,sino actuar.

Por otra parte,cuando hemos enfermado de alcoholismo,dejar de beber es necesario pero nunca suficiente.

La recuperación alcohólica va mucho más allá de la mera abstinencia del consumo. Un enfermo puede mantenerse abstinente pero si sigue pensando y comportándose como cuando bebía,su mente nunca se «secará» de alcohol,y aunque éste ya no esté presente,la conducta si no se ha trabajado,no notará la diferencia.

Quien os diga que recuperarse es fácil y es un camino de rosas,…os está engañando.

La recuperación alcohólica entendida como un aprender a vivir sin beber,probablemente es uno de los ejercicios de superación personal más duros y complejos que existen.

Además,es un camino eterno y hay que aprender a estar a las duras y a las maduras. Tristemente,cuando se empieza y más fuerza se necesita,…éstas vienen duras.Esto dificulta el proceso,pero no significa que lo haga imposible.

Personalmente trabajo con tres fórmulas:Perseverancia,perseverancia,y perseverancia.

 

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