Estancarse, en la recuperación alcohólica, es sinónimo de retroceder.
Estancarse, apoltronarse, acomodarse, confiarse,… cuando estás saliendo del maldito y bastardo infierno del alcohol, es una trampa muy, pero que muy peligrosa.
Hay que crecer, avanzar, trabajar, evolucionar, progresar en todos los aspectos generales de la identidad de la propia persona y lograr cada día más, un bienestar físico y psico-emocional que nos aleje de aquel enfermo que éramos y se parezca más a la persona oculta que siempre estuvo pero el alcohol no dejaba verla.
Los días de un alcohólico en rehabilitación deben tener 25 horas y su año, 366 días.
Siempre he mantenido esta postura dinámica y guerrera (quién lo dude o me acabe de conocer puede retroceder en mis post 8 años atrás, de los que ningún día he dejado de escribir y reflexionar, y comprobará que jamás de los jamases he cambiado mi discurso).
La recuperación alcohólica tiene muchos enemigos. la pereza, la dejadez, el sedentarismo, la indisciplina, la tozudez, el orgullo, la soberbia y la arogancia, por ejemplo.
Quién de verdad quiere recuperarse … no le da tregua a éstos.
¿Te has estancado y eres alcohólico en rehabilitación? …¡Preocúpate!