Estabilidad
Los alcohólicos somos personas que para enfermar hemos tenido un mal aprendizaje, una percepción muy distorsionada de la realidad, una gran inestabilidad en general y casi con toda seguridad hemos vivido más tiempo entre el conflicto, la vergüenza, culpabilidad y remordimiento que en el bienestar.
En el caso del alcoholismo, enfermedad representa muy acertadamente la inestabilidad ante cambios bruscos, tenemos la tendencia a arrepentirnos temporalmente, a compadecernos y culparnos magnificando y dramatizando más aun la situación.
Hay que ser capaces de mirarse en el espejo y ser autocríticos. Contarnos a nosotros mismos esas verdades que, durante muchos años de consumo, hemos evitado porque no nos gustan o no nos interesan reconocerlas.
Se debe buscar un equilibrio en base a la comunicación y reflexión. Es muy importante y necesario que antes de querer estar bien comprendamos que vamos a sumergirnos en un proceso de mucho esfuerzo donde algunos valores como la paciencia, constancia, perseverancia, tenacidad y compromiso, van a ser fundamentales para sentar unas buenas bases.
El concepto de recuperación es mucho más profundo y, además de ayuda externa y mucha introspección, se necesita una enorme perseverancia para convertir este estado temporal a una estabilidad permanente. Hay que mantenerse y continuar día a día reforzándose para evitar la idea de consumir. Hay que ir superando las adversidades de la vida sin pensar que, si nos sale mal, siempre tenemos el refugio de nuestra vieja amante la botella. Hay que cambiar, reaccionar, reflexionar, adquirir un sentido totalmente distinto del concepto vida, disfrutar, contemplar, sentir, apreciar y percibir cada detalle, cada momento, cada instante sin necesidad de alterar nuestra conciencia, distorsionar la percepción de la realidad y sin necesidad de anestesia.
La estabilidad se consigue con el trabajo, el esfuerzo y la perseverancia para lograr un nuevo aprendizaje para convivir con los demás y con nosotros mismos sin refugiarnos en el consumo o el efecto que nos proporciona, resulta un proceso muy lento, duro y de mucha reflexión, introspección y comprensión.