Es simplemente una mala etapa

Malas épocas en las que uno consume más de lo habitual se pueden tener pero nunca será un motivo sino una circunstancia.

Cuando las «malas épocas» empiezan a eternizarse o repetirse con frecuencia dejan de ser épocas para pasar a períodos o episodios de abuso y exceso de alcohol que cada vez aumentarán en frecuencias y cantidades hasta convertir nuestra vida en una época permanente.

De todos modos como siempre, ante este tipo de expresiones , lo que preocupa es la intencionalidad de ellas.Atribuir problemas de alcohol o enfermedad a malas rachas es justificarse y excusarse. Esa intención ya es suficiente para que nos preocupemos porque siempre habrá malas épocas en nuestra vida y si el alcohol es la solución y el refugio, estamos destinados a enfermar crónica e irreversiblemente.

Ni por la crisis, mi por períodos de estrés y agobio laboral, ni por situación econólica o social, ni por problemas emocionales de pareja o relaciones, ni …¡por nada!. Nunca debe existir un pretexto para justificar un consumo fuera de lo normal porque cuando se empieza a hacer eso es cuando vedaderamente se empieza a enfermar.