Es muy buena persona pero cuando bebe …

«Prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones» Séneca

 

¡He ahí el problema: Pues qué no beba!

«Es muy buena persona pero cuando bebe es insoportable, no hay quien lo aguante, maleducado, cruel, agresivo, ….» Es una expresión de justificación de los consumos.

¡No hay excusas que valgan!

No hay excusas precisamente porque ya ha habido demasiadas durante su vida.

Por muy buena persona que sea, por mucho que sea nuestro amigo o familiar, por mucho que lo queramos, si cuando bebe nos lo hace pasar mal, se pone agresivo o violento, se convierte en prepotente e insoportable porque bebe en exceso, abuso, o sin control, entonces existe un gran problema que no tiene nada que ver ni con la bondad ni la personalidad. Un problema llamado alcoholismo.

Justificarlo, minimizar sus comportamientos, taparlos o disimularlos, no hace otra cosa que convertirnos en cómplices de su enfermedad. Ya sé que es difícil entenderlo cuando el que lo vive también está enfermo por codependencia, pero esa esa la pura y dura realidad. Hay que dejarse de poner excusas cuando el alcohol está haciendo estragos porque cada vez será peor y más complicado de poner freno a esta situación condenada a desbordarse.

Comprendo el amor que podemos sentir por nuestros familiares hasta ese extremo en que se le perdona casi todo, pero cuando eso ocurre con el alcohol no es amor lo que se está ofreciendo sino compasión.

El verdadero amor se da cuando se coge al enfermo «de una oreja» y se le lleva a tratamiento. Si eso no es posible (cosa muy común y compleja),al menos hablar claro y directo: Que su bondad no empequeñezca su grave enfermedad.