¿Es difícil dejar de beber?

Dejar de beber no es una cuestión de dificultad,sino de voluntad.

Si es fácil o difícil dejar de beber depende del enfermo y la predisposición que tenga. Si el enfermo quiere recuperarse no será cuestión del grado de dificultad sino del esfuerzo, de seguir un buen tratamiento, de hacer las cosas diferentes, de actitud, esfuerzo y superación. No hay una escala de fácil o difícil ya que durante la recuperación todo va muy correlacionado con lo emocional, psicológico, y social. Habrá enfermos que en un aspecto les resultará más sencillo cuando a otros les costará muchísmo y viceversa.

En cambio, si el enfermo no quiere recuperarse, ni siquiera quiere reconocer y aceptarse como tal, por muy buenos profesionales, tratamientos, estrategias, o programas que haga, será imposible.

Es la misma premisa de siempre: la dificultad no está en la recuperación sino en que el enfermo acepte someterse a ella y quiera hacer el proceso.

Se que son palabras muy duras y tristes para todos aquellos familiares que se desgastan intentándolo. Sé que no es ninguna solución a su problema: El cómo conseguir que el enfermo se de cuenta. Pero por otra parte, por muy cruel que sea asumirlo, el hecho de saber que si el enfermo no quiere es prácticamente imposible, puede ayudar a no desgastarse por caminos equivocados.

Siempre intento motivar y nunca pretendo que nadie se desanime. Nunca hay que perder la esperanza porque casos que parecían imposibles, hoy en día llevan una vida totalmente normal y rehabilitados con años de recuperación encima.

Cuando el enfermo no quiere … la única vía es seguir intentando estrategias que lamentablemente no están en ningún método ni manual.

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