Antes de entrar, dejen salir

Lo sencillo nos parece muy complicado y hacemos que lo fácil nos resulte muy difícil 

Así funciona nuestra mente estropeada alcohólica cuando decidimos dejar de beber e intentar recuperar una vida que seguro nos dejamos en alguna barra de un bar o dentro de cualquier botella.

La inmediatez junto con la confusión y la falta de autoestima que nos desborda en los primeros compases de este proceso, hace que que nos anticipemos y tengamos muchas prisas cuando hay que ir despacio y con pasos bien dados y ejecutados.

Llevamos «cuatro días» de abstinencia y queremos pensar, reflexionar, y profundizar en temas muy relevantes como causas y orígenes del por qué hemos enfermado, ansias por erradicar el tormento y sentimiento de culpabilidad que nos ha torturado y acompañado durante años y años de trayectoria alcohólica, y planteamientos similares muy complejos.

Estoy firmemente convencido que en el proceso de recuperación (inclúyase todo: desintoxicación, abstinencia, rehabilitación, reincerción,etc.) antes de «entrar» interrogantes en nuestra cabeza, antes debemos dejar «salir» las tóxicas y contaminadas.

Rehacerse, renacer, y reinventarse no son tareas fáciles.

Yo, personalmente, me preocuparía (de hecho sigo haciéndolo cada día) antes de demostrar o aparentar bienestar, el tenerlo. ¿Cómo? Con muchas aptitudes y buena actitud.

Conjugar disciplina con perseverancia, paciencia, y tenacidad junto con una actitud positiva y de «no desgaste» por las nimiedades e imbecilidades tan propias de esta cultura y sociedad que nos ha tocado vivir … es una buena estrategia.

Planifico, priorizo, y ejecuto. Así día a día me voy alejando de aquello que tanto me perjudicó como fue el alcohol.

¿Respuestas? …¡Ya vendrán! Lo único que pido y me exijo es que cuando vengan, tenga la mente saneada y desatascada.

Está muy bien todo eso de el auto-conocimiento y el descubrir porqués, causas, y motivos, pero antes de ello considero más importante alcanzar un estado de bienestar y tranquilidad para poder asimilar todas esas ideas y pensamientos que me vendrán en mi nueva etapa vital; la sobriedad y serenidad.

Por eso, soy de aquellos que lo tiene clarísimo clarinete. Antes de entrar, dejen salir.