El primer paso
El primer paso, ¡Hay que darlo sí o sí!
¿Cuál es el primer paso?
Unos dicen pedir ayuda, otros dejarse ayudar, y unos terceros insisten más en el reconocer el problema, cosa que personalmente comparto este último.
Los tres pasos citados son importantes, son pasos llamados «de gigante».
Si nos centramos en el paso de «reconocer el problema», decir que en la evaluación médica ya se incluye en la rueda motivacional que utilizan para situar los estadios o etapas del ciclo como pre-contemplación o contemplación.
Pero no nos confiemos, los familiares y allegados, con este «reconocimiento».
Una cosa es reconocer un problema con el alcohol y otra muy distinta aceptarlo y asumirlo.
De ahí que por qué priorizó de menos a más: antes de pedir ayuda, dejarse ayudar o ponerse en tratamiento, primero debe haber unas fases previas de reconocer que el alcohol no nos aporta nada sino más bien nos resta y nos conduce a consecuencias negativas y muchas veces a la auto-destrucción.
Sea como fuere, cualquier acción que sea romper con esa creencia de control y dominio sobre el consumo y que el enfermo pueda llegar a plantearse que tal vez las situaciones frustrantes y de decepción o derrota que arrastra en su vida, puedan ser consecuencia de un consumo prolongado, del abuso o el exceso.
Por eso, cualquier paso de gigante siempre es un buen antecedente y señal de mejora.
Como siempre afirmo y me reafirmo: un camino de mil millas comienza por la primera milla.
¡Ánimo a todos aquellos que han decidido comenzar a caminar … hacia la recuperación!