El «humor alcohólico»

Sí, existe un humor alcohólico. Un humor macabro (no llega a la categoría de «negro» y es totalmente lo opuesto al «inteligente») como si fuera una mezcla de sarcasmo inculto y repetición tradicional trasmitida de generación en generación o mejor dicho de alcohólico a alcohólico. No sé muy bien en otros idiomas pero en el nuestro es siempre las mismas frases y dichos que no tienen ninguna gracia pero que les resulta muy gracioso a todos los que tienen en común esa pasión  por el consumo en exceso o frecuente.

» El agua es para los peces… ya descansaré cuando este muerto… ,de algo hay que morir… ,de perdidos al río…, ya verás la bronca que me pega el sargento…, el alcohol te conserva y mata todos los bichos…» son algunas expresiones más que oídas del repertorio. Escuchar esa forma tan desinhibida y despreocupada de reírse de la vida en unos momentos en que están bajo los efectos del alcohol y la tonalidad va en aumento, al igual que las risas y carcajadas sin sentido y surrealistas que también aumentan a medida que lo hace el consumo, hace que quien no haya bebido se sienta desplazado, fuera de onda, o simplemente sea él quien se ría de ver el patético espectáculo que contempla.

Los hay que el alcohol les ha generado «payasismo crónico» (una manera de comportarse, por norma, haciendo el imbécil y decir tonterías todo el día)

A otros, ese humor es sólo temporal y adaptado a un entorno de copas porque al desaparecer el alcohol, los compinches de risas y tragos, las luces de neón, y los garitos o suburbios esperpénticos, el humor también les desaparece.

La cuestión es que este tipo de humor es odioso especialmente para aquellos que luego deben de soportar a ese «gracioso» y «divertido» personaje que cuando regresa a casa, ellos han tenido que cargar con las responsabilidades domésticas y cotidianas del día a día y están muy cansados para escuchar tonterías y más procediendo de alguien que las practica porque ha malgastado ese tiempo en reírse de todo mientras éstos le están aguantando sus gilipolleces.

No hablemos de los absurdos intentos de desdramatizar o seducir con bromas pesadas, carantoñas de borrracho, mimos de colocado, o bromas inmaduras que más que gracia dan ganas de llorar.

Los alcohólicos vivimos de la aprobación ajena (especialmente por nuestra inseguridad, falta de auto concepto y autoestima) y de la apariencia de querer caer bien a todo el mundo (sobretodo a los desconocidos o ajenos a nuestras vidas).

Pero al final de los días o las copas, siempre suele haber alguien esperando que, más que reír está preocupado y angustiado. Evidentemente ese «alguien o algunos» no están para aguantar memeces y chulerías de embaucadores o manipuladores, sino que por el contrario están prefiriendo no verlos.

Con el alcohol nada es lo que parece: Esos tíos/as tan divertidos que siempre están de buen humor y dispuestos a hacer una broma o reír, muchas veces cuando llegan a casa dejan de ser tan simpáticos y agradables, en muchas ocasiones convirtiéndose en todo lo contrario: déspotas, amargados y frustrados que de humor …¡nada!, más bien otras actitudes que casi más vale que ni me desgaste en comentar.

 

1 Comment

  1. Martin Cifre James en Facebook el 20 noviembre, 2015 a las 9:17 pm

    Ahora cuando voy a algun sitio y veo humor alcoholico entre camaradas de juerga, simplemente marcho, a veces me he quedado observando de lo que bromean, las risas a destiempo, las caras coloradas, me parece una espectaculo lamentable del cual yoLeer más ..

Deja un comentario

Debes iniciar sesión para escribir un comentario.