El efecto «dominó»

Nosotros somos la pieza que al caer hace que el resto vaya haciendo lo mismo sucesivamente.

Es cierto que somos enfermos,pero también lo es que nuestra enfermedad no es individual,sino colectiva.

¡Pero que previsibles,agotadores,y especialmente cansinos somos con nuestra sarta de promesas,fantasías,y verborrea que nunca vamos a cumplir!

Si no lo volveré a hacer,si prometo por aquí,juro por allá,perdóname que ésta será la última vez,que no pretendía,… Siempre la misma canción.

Es agotador pasarse media vida diciendo cosas que no vamos a hacer. Al final,no por los años sino por el consumo prolongado y repetición de las jugadas,vamos perdiendo todo respeto,credibilidad,y crédito.

¿Quién nos va a creer?

Todos aquellos que lo hicieron en alguna ocasión al final salieron decepcionados.

Entiendo que lo hacemos porque estamos enfermos,pero eso no significa que lo justifique o atenúe.

Todos los alcohólicos debemos tener humildad y honestidad para recordar que nuestra enfermedad no es individual. Que nuestras consecuencias acarrean efectos colaterales y arrastran a otras personas. Cada borrachera,abuso,exceso,…repercute,como si efecto dominó,en mucha gente que nos quiere y aprecia.

El alcoholismo es más que una enfermedad. Es una lacra invisible de destrucción colectiva. Cada vez que alguien enferma,lo hacen otros.