El compararse siempre es un mal síntoma

Yo me atrevería a decir que cuando empezamos a compararnos en cómo beben los otros respecto a nosotros es cuando ya empezamos a huir de la realidad del alcohol que se está asomando a nuestra vida

Mirar y juzgar a los demás con la inmadurez de expresar que «ellos beben más o peor» es uno de los recursos iniciales de una interminable lista de excusas que, como cojamos la velocidad de crucero en el consumo, ya no parará nunca.

Realmente sin uno empieza a tener problemas por el consumo de alcohol (se pasa cada vez que bebe, pierde el control, le cambia el carácter, etc.) lo que debe hacer es pararse y analizar la situación detenidamente cuando todavía se está a tiempo. El fijarse en lo que hacen y como lo hacen los otros …nos tiene que importar un huevo.

Debemos ser conscientes y responsables de nuestro consumo antes de juzgar a los demás, porque además de no servir para nada y ser un desgaste de energía negativa que no nos lleva a ninguna parte, puede resultarnos contraproducente al creernos la trampa que el alcohol nos proporciona de pensar que nosotros lo estamos haciendo bien porque no lo hacemos tan mal como el que destaca por ello.

Lo que no podemos hacer es pretender forjar una educación, con sus principios y valores, a nuestros hijos durante años para que luego venga una botella y se la cambie.

Todo lo que sea una aceptación (por social, cultural, tradicional) y normalización de la situación cuando en realidad no está sucediendo como nos cuentan, siempre son pequeños pasos hacia la enfermedad.

Aquí participamos todos y cuando veamos que alguien empieza a delatar conductas propias de una persona que empieza a caer en las redes del alcohol …no hay que darle ninguna chance ni aprobación. Todo lo contrario, hay que prevenirle, informarle, concienciarle y educarle en que una cosa es beber y la otra vivir para beber. Tal vez entendiendo este pequeño matiz desde el principio puede que rectifique su forma de consumir.

¿Qué nos viene con el tópico de que «todo el mundo lo hace»? Más dedicación y esfuerzo en enseñar o comunicarles que lo que hagan los demás o la permisividad que tienen para beber es asunto suyo, no nuestro.