Durmiendo con su enemig@

Del alcoholismo no sólo forma parte el alcohólico, también la familia, pareja, entorno laboral, personal y social que conviven o coexisten con él.

La figura relevante y la qué hay que tratar, por supuesto es el enfermo. Pero nunca dejar de lado u obviar la figura del codependiente (la persona que enferma como efecto colateral de la enfermedad).

Ambos con procesos distintos, … pero ambos necesitan por igual el tratamiento.

Sin justificar ni defender a ningún rol está claro que el objetivo prioritario es que el enfermo de alcoholismo se recupere, porque como dice la máxima: Si el enfermo está bien, los demás también lo estarán.

Ahora, ¡Eso sí, la codependencia es la gran ignorada e invisible de toda esta situación!. Lo es, porque a pesar de que el enfermo se recupere y encauce su vida, el familiar, pareja o quién sea puede que no se ponga bien por esa situación.

Sólo para que nos dé que pensar (a mí me ayudó bastante a entender y empatizar con las personas que me habían soportado), ¿Os habéis plantead@ el asco, la repugnancia y el rechazo que debe ser tener que dormir, acostarse o simplemente respirar durante décadas el hedor insoportable de una persona alcohólica?

Simplemente haciendo esta reflexión, por muy enfermos que seamos y por mucho que nos estemos recuperando siempre nos hará poder conocer un poco la otra perspectiva: la del otro lado. Y tal vez nos demos cuenta que cada vez que han dormido con nosotros, por mucho que nos quisieran, … lo estaban haciendo con su enemigo.

1 Comment

  1. Alvaro Garcerán Vallés el 4 agosto, 2017 a las 12:34 pm

    Por supuesto, que el familiar, sea Esposo/a, Madre, Hijos, amigos lo han pasado y seguirán pasándolo mal toda la vida como tu en la enfermedad y rehabilitación, ya que esta enfermedad como se ha comprobado no tiene cura (Pero SI rehabilitación por vida) pero tantos palos se han llevado nuestros familiares que se transformaron en coodependientes, no lo olvidaran nunca y los persiguiera también hasta la muerte, sin tener culpa alguna ellos, nos ha de servir para quererlos, agradecérselos, servirles y adorarles hasta el fin de los días, incluso creo que se merecen un reconocimiento a nivel general. En mi caso que llevo 14 años sobrio, que me enorgullezco y agradezco lo indecible a los familiares a las Asociaciones que me han ayudado y que todavía sigo acudiendo regularmente en concreto al Centro de Las Ovejas de Mica, que me sirve para reforzarme y que me genera una estabilidad muy profunda. Hoy por hoy lo que mas pienso y me duele es el daño creado, he pedido perdón de corazón, se que esto no es suficiente, y como soy creyente no pasa ningún día que no pida a mi Dios, que les de fuerza y confianza a todos mis seres queridos para que crzca esta confianza y se sientan felices como lo soy yo ahora, besos para todos

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