Dos más dos no son cuatro

El alcoholismo no casa con la lógica.

Esta enfermedad tan compleja la queremos simplificar de tal manera que nos llegamos a convencer que con sólo el hecho de dejar de beber ya es suficiente.

Si fuera de este modo, todos se recuperarían.

Más que de lógica yo me decantaría por el lenguaje interno (cambiar la manera de hablarnos y aprender a interiorizar) que a base de esfuerzo, comprensión, y mucha perseverancia podemos lograr.

Yo empezaría a sustituir curación por recuperación, el no poder beber por el no querer beber, el concepto temporal por el eterno, y así muchas más palabras que interiorizamos inadecuadamente y nos van metiendo presión.

En cuanto a la lógica, desafiaría sus leyes y me dedicaría a observar más la experiencia de los testimonios que a lo largo de la recuperación tenemos la oprtunidad de escucharlos: personas que llevan años e incluso décadas sin consumir y de repente, por un mal día o una adversidad acaban tirando por la borda todo el trabajo hecho. Otros que después de reconstruir su vida y volver a ganarse el respeto y la credibilidad de sus seres queridos, por una etapa mala, abandonan y se rinden, … y así mil historias que podríamos escuchar ratificándonos que el ser metódico, analista, y calculador … no es suficiente.

La lógica para un alcohólico que se quiera recuperar de verdad es que dos más dos son dos más dos y punto. Lo del cuatro (el resultado de la operación) ya se verá.

No seamos tan pretenciosos y orgullosos queriendo tener siempre una respuesta por el hecho de ejecutar una operación. Y mucho menos, apliquemos las matemáticas a una enfermedad del alma.

Menos lógica o evidencias y más reflexionar e instrospección en lo más profundo de nuestro ser.