Doblar las rodillas

«Para cambiar tu vida por fuera debes cambiar tú por dentro. En el momento en que te dispones a cambiar,es asombroso como el universo empieza a ayudarte,y te trae lo que necesitas» Louise Hay

Por muy fuerte,mucho aguante,muy bien que te vayan las cosas,mucha estructuración familiar,cariño recibido,buena situación laboral y económica,muchos amigos y gran popularidad de la que goces,si el alcohol te vence,…acabarás doblando las rodillas.

En este tipo de advertencias siempre me encuentro con una oposición que defiende o hace apología del consumo aparándose en que ellos han bebido y no les ha pasado nada de eso. Incluso algunas veces,se tilda de exageración y desproporción en este tipo de comentarios.

Puede que el alcohol lleve infinidad de años entre nosotros,infiltrado de «tradicional y cultural»,así como es evidente que es aceptado y permitido socialmente,al igual que su consumo es totalmente legal y en algunos ámbitos,grupos o sectores hasta bien visto.Pero al referirme a ese «flaquear de piernas»,ese noqueo que te tira contra la lona,no va dirigido a los que beben,sino a los que enferman por ello.

Que cada uno haga sus cuentas y cábalas con su consumo pero este no viene con un manual de indicaciones ni una predicción de futuro:no dice tú serás alcohólico,tu no. La enfermedad es muy traidora,te viene en un instante después de permanecer mucho tiempo en la zona de riesgo (zona en la que te habías acomodado y pensabas que eso nunca iría a más)

Conozco muy pocas enfermedades que «golpeen» con tanta fuerza los tres pilares del bienestar:físico,psíquico,y social. El alcoholismo … lo hace.