«Divide y vencerás»

No hay duda de que el enfermo alcohólico se convierte en un gran estratega dada su alta capacidad de manipular.

Emulando desde a Julio Cesar o Napoleón, esta «política» de dividir (romper las estructuras de las fuerzas oponentes o las amenazas en grupos contrariándolos entre ellos mismos), siempre da los resultados de aumentar el poder de uno mismo.

El alcohólico no necesita mucho conocimiento o cultura para seguir este patrón ya que surge innato por su necesidad de consumir. Su capacidad de ser camaleón y a cada uno darle lo que quiere, decirle lo que quiere escuchar, o simplemente seguir el rollo con falsa condescendencia o complacencia para tener a los posibles adversarios (familiares que lo tienen calados) o quitarse de encima amenazas que puedan impedirle beber (familiares que le hablan claro y directo reprochándole continuamente su comportamiento), hace que logre fácilmente su objetivo.

Es increíble observar como en una misma familia que conviven todos con la misma persona enferma, cada uno acaba por pensar o cuestionar de manera distinta: Desde los más sumisos o manipulables a los que convierte primero en cómplices para luego hacerlos codependientes (hacerles enfermar por estar pendientes de él) hasta la enemistad con personas con un vínculo de sangre en el que se antepone el alcohol a esta o al cariño que haya podido existir en años anteriores cuando esa persona todavía no había enfermado.

Es triste y lamentable ver como una simple botella puede acabar por desestructurar una familia y crear el conflicto entre ella por esta razón.

Los tentáculos del alcohólico son muy largos y llegan a cualquier parte, y por mucho que nos duela o nos cueste reconocerlo, cuando alguien enferma en un hogar, directa o indirectamente cuales fichas de domínó, caen todos detrás.

Es cierto que la enfermedad acaba por delatarse y más o menos, el resto de miembros acaba por coincidir en el diagnóstico y darse cuenta de esta circunstancia tan manipuladora, pero mientras tanto el alcohol y el alcohólico van haciendo tragos y estragos.

2 Comments

  1. Elena Guisado en Facebook el 25 febrero, 2016 a las 7:10 am

    En mi entorno familiar siempre a habido dos bandos, enfermos y condependientes y los que se pueden decir que hacían su vida sin alcohol.Leer más ..

  2. Monica Insuasty Jimenez en Facebook el 25 febrero, 2016 a las 8:49 am

    Quizá la convivencia con un adicto es de las peores vivencias que Sr puede tener porque no se sabe como actuar se termina distorsionando todo,cuando un enfermo en recuperación me dijo «bueno usted ha hecho todo lo posible porque su esposo se recLeer más ..

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