Despreocupados

«Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás;es la única manera» Albert Einstein

En una fase avanzada del alcoholismo nos delata la dejadez. Ésta no es repentina,sino acumulativa:la vamos adquiriendo a través los años del consumo y durante el proceso de enfermar.

Dejadez no es sólo el aspecto físico;es mucho más. Son una series de conductas que dicen quienes somos,o en este caso como estamos. La irresponsabilidad,la inmadurez,la despreocupación….

Ésta última,la despreocupación,probablemente sea la que más consecuencias negativas nos acarre con los años de consumo.

Ese pasotismo tan característico nuestro,el de los alcohólicos,en el cual todo nos parece importar muy poco siempre acaba pasando una factura muy grande:La herencia alcohólica.

Durante los años uno va bebiendo,de juerga,se excede,abusa,consume con frecuencia,y va dejando de lado las obligaciones y responsabilidades. Cuando quiere remediarlas,éstas ya le superan. Pero mientras tengamos a la botella cerca,pronto olvidaremos las que nos persiguen y nos iremos creando otras nuevas.

Luego la «peña» se asombra al observar la dificultad para conseguir recuperarse del alcoholismo. Y esto sucede porque la recuperación de esta enfermedad va mucho más que el simple hecho de abstenerse y poner el tapón a la botella. Lamentablemente,además de eso que es necesario e imprescindible,hay que solucionar muchas historias que llevamos arrastrando incluso décadas.

La despreocupación vital (esa en la que todo nos ha importado muy poco porque íbamos colocados), …es una de ellas.