Desasociar conductas

Por esa razón cada uno tiene que mirarse a sí mismo y analizar cuán- to, cómo, por qué, qué cantidad, de qué manera, con qué frecuencia. Y dejar de compararse con los otros porque lo que para uno, aparentemente pueda ser poco, para otro puede que sea más que suficiente

Cada vez tiene más fuerza, cada vez se fabrican más futuros alcohólicos, cada vez se justifica más el consumo, cada vez, muy lamentablemente, se asocia más la idea de diversión, bienestar y placer con el beber. Nos pueden decir muchas cosas, informar y concienciarnos, advertirnos y sensibilizarnos, pero cuando enfermamos la decisión y última palabra la tenemos nosotros, los enfermos ya no quedan atajos, experimentos, intentos desesperados de control, ni nada por el estilo porque el problema es crónico, irreversible y sin vuelta atrás

La ayuda es muy necesaria, las estrategias, el aprender a disociar, las herramientas, habilidades sociales, autoconocimiento, detección de alarmas, son los factores que debemos utilizar correctamente y en su justo momento, pero sin la actitud y predisposición nuestra, todo resultará en vano.

Parece sencilla, pero para un alcohólico es una tarea de mucho esfuerzo, trabajo y sacrificio.

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