Del me preocupo al me ocupo.

Las décadas de consumo, hubiera o no enfermado, me sumergí en un mundo de preocupaciones progresivas dejando de lado el alcohol, relevándolo a un segundo plano, hasta convertirme en alguien muy inseguro y temeroso invadido por la angustia, en que sólo echaba la culpa al mundo de lo que me sucedía o lo atribuía todo a mala suerte y supersticiones, sin darme cuenta que el verdadero problema que había generado toda esta situación caótica y de confusión vital había sido el propio alcohol.

Caí en la trampa en la que muchos nos vemos atrapados, y eso lo único que hace es «darte entrada» a la autopista al alcoholismo: Llega un momento en que te sientes incomprendido, que eres el único que tiene problemas, que todo te sale mal, que tienes muy mala suerte, etc. cuando en realidad lo único que te está sucediendo es que has enfermado y no tienes capacidad de verlo, por mucho que te lo digan.

En aquel entonces simplemente me dedicaba a estar preocupado (angustiado, desencantado, deprimido, anulado, enfadado,…) y «confiaba en que las cosas ya irían mejor algún día.

Daba pláticas y lecciones de cosas que no tenía ni puta idea, predicaba en lo que ni creía y ni yo mismo me aplicaba, despotricaba contra todo y todos, y el orgullo, la prepotencia, y la soberbia me iban, entre trago y trago, convirtiendo en ese que no era, sino en alguien muy diferente que cada vez iba olvidando las bases de los principios y valores con los que me había educado.

En definitiva, no sabía quién era porque el alcohol no me permitía descubrirlo.

Cuando dejé de beber me dije: ¿Y si en lugar de preocuparme comienzo a ocuparme?

Tal vez fue ese el inicio de un proceso de recuperación largo, duro, y que requería de mucho esfuerzo. Comencé a hacer antes que hablar. ¿Hablar, pensar, proyectar, fantasear, ….? ¡Eso ya lo había hecho durante muchos años y cada vez me hacían retroceder una casilla? Evidentemente, la inseguridad y falta de autoestima en la que nos encontramos los enfermos alcohólicos cuando comenzamos una nueva vida sin una copa en la mano para resolver, resolucioner, y gestionar problemas, ..era terrible. Pero paso a paso, step by step, el couparme ne lugar de preocuparme, hizo que lenta pero firmemente empezara a vivir mi vida y no la que los demás querían de mí o la que por culpa del alcohol había soñado y fantaseado bajo sus efectos.

¿Los resultados? No sé ni puedo garantizar a nadie sin fueron y son exitosos, pero el beneficio y la recompensa de encontrarme bien y en paz conmigo mismo, yo, personalmente, lo considero todo un triunfo.

1 Comment

  1. Enrique Román Martinez en Facebook el 12 julio, 2016 a las 9:30 pm

    Buenas noches, yo por suerte hace tiempo que deje de preocuparme y comencé a ocuparme. Es un estado en el que se resuelven los problemas mucho mejor.Leer más ..

Deja un comentario

Debes iniciar sesión para escribir un comentario.