Dejarse ya de experimentos que sólo conducen al fracaso.

Lo más cansino y agotador para un enfermo alcohólico o que está en riesgo por su modo de consumir, es resistirse a reconocer el problema y seguir una, otra, y una tercera, y así sucesivamente haciendo intentos desesperados para poder seguir bebiendo y llegar a controlar o que no se sufran consecuencias.

A eso se le llama experimentos. Son amagos, nuevas formas, modelos de reducir consumos, bajar la intensidad y frecuencias, cambiar de bebida, alternar con períodos de abstinencia, recurrir a «trucos caseros» inútiles, etc. para poder consumir sin sentirse mal ni tener que posteriormente autoreprochárselo.

Todo esto son tonterías y más tonterías.

Si tienes un problema con el alcohol, hazte un favor y también a los que te rodean:¡ Ponte en tratamiento! Ese será el mejor regalo de reyes que te puedes hacer.

Por cierto, esos «experimentos», cuando ya has cruzado la linea … no funcionan.

Deja un comentario

Debes iniciar sesión para escribir un comentario.