Para dejar de beber … hay que querer dejar de beber

Siempre me he caracterizado por hablar claro y directo con la problemática del alcohol y pienso seguir haciéndolo.

Puedo hacer reflexiones e intentar empatizar  (cosa que no me resulta complejo, porque también soy alcohólico) con personas que pretenden dejar el consumo porque les está arruinando la vida y la de sus seres queridos y que tienen muy buena intención. Pero lo que no puedo es dar falsas expectativas si no se siguen las premisas básicas de la verdadera recuperación; compromiso, actitud y perseverancia.

¿El método?, ¿La estrategia?, ¿La técnica? … todo eso es irrelevante si no hay una clara intención de dejar de beber.

Si tienes problemas por el consumo …¡Deja de beber y deja de negociarte!. No hay nada que negociar porque a eso que llamamos «problemas» seguramente ya es enfermedad crónica e irreversible, y la única vía de escape es la desintoxicación, rehabilitación, recuperación y reinserción. Osea: tratamiento.

Todo lo demás que puedas contar, argumentar, explicar, … son rollos, excusas, mentiras, chanchullos y manipulaciones fruto de tu enfermedad.

Excusas para beber mil, motivos ninguno

Sólo consigue recuperarse y dejar de beber quién de verdad quiere hacerlo. los demás, que lo intentan por condicionamiento o coacción (advertencias, posibles ruptura de pareja, familias que te ponen contra la espada y la pared, problemas de alcoholemias, custodias, económicos, etc), por aliviar temporalmente el entorno, o por autoengañarse creyendo que «lo controlan», no son más que condenados al fracaso.

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