¿De quién hablan?

 

«No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto» Aristóteles

» Es una persona encantadora,estupenda,muy amable y afable con todo el mundo,se desvive por hacerte cualquier favor,es espléndida y generosa,siempre está de buen humor y tiene una broma o una sonrisa para regalarte …»

¿De quién c… hablan? – Se debe preguntar el familiar de un alcohólico cuando los demás hablan así de él.

El alcoholismo es la enfermedad de la apariencia por excelencia. Forma parte de la tarea diaria,cuando se ha enfermado,el ocultar o disimular la enfermedad. Se hace todo lo posible para que cara a la galería,caer bien y ser aceptado. Los enfermos buscamos la aprobación ajena porque en casa …ya nos conocen y nos tienen calados.

Todo esto no es nada sorprendente. El alcohólico,a medida que avanza en su proceso de enfermar necesita desarrollar un mecanismo de defensa (algunos le llaman «sexto sentido»,yo personalmente como ejemplar de alcohólico me atrevo a definirlo como «El exquisito Arte de la Manipulación»),en el que se convierte en un seductor y encantador de serpientes para sobrevivir en el mundo alcohólico que él mismo se ha creado.

No debemos fiarnos de las apariencias, y mucho menos cuando la persona a la que nos referimos es enferma alcohólica. Además de su gran capacidad de manipulación,la tiene también para hacer un desdoblamiento de personalidad con una facilidad terrible.

[youtube]http://youtu.be/RuGjGJNORy4[/youtube]

1 Comment

  1. Tomeu Son Manera el 19 febrero, 2015 a las 9:35 am

    Resulta duro reconocerse en ese perfil de manipulador («yo, la persona más buena del mundo, yo, yo, yo…», la persona con el ego mayor que el Everest, en realidad). Sin embargo es tan obvio que una vez te planteas la posibilidad de «haber distorsinado ligeramente la realidad alguna vez» empiezan a venirte a la cabeza docenas de situaciones y conductas en las que has sido capaz de hacer pasar un elefante por una pulga.
    La parte buena es que una vez empiezas a intentar actuar de forma más sincera, pues te va saliendo. Porque todos fuimos personas sinceras una vez: todos hemos sido niños. Así que no es un aprendizaje de cero, sólo hay que volverse a subir a la bicicleta y la cosa va saliendo. Y te das cuenta de que la gente a tu alrededor entra más fácilmente a una interacción de ése tipo de lo que aceptaba tus falsedades, la comunicación va más fluida y todo el mundo está más contento, más cómodo. Y es que la gran mayoría de los demás no son alcohólicos en activo, sólo que antes tú no sabías eso y los tomabas por idiotas (cuando el necio eras tú).
    Salud.

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