«¡ Cuándo …!»
«Recuerda que no conseguir lo que quieres a veces significa un magnífico golpe de suerte» Dalai Lama
«¡Cuándo las cosas me vayan mejor… Cuándo esté mejor económicamente…Cuándo arregle todo lo que tenga pendiente…Cuándo encuentre una pareja estable… Cuándo … dejaré de beber o no beberé tanto como lo hago!»
El alcoholismo no funciona con lógica. No es una enfermedad que haga concesiones. Uno no puede decir qué cuando solucione o esté de una manera u otra,entonces «lo dejará».
Esta enfermedad supera todas las metáforas cuando hablamos de caída:la de en picado,la del pozo,la de una espiral,…
Una vez que enfermas,todo lo que sea dejar pasar el tiempo,es hacer progresivo el empeoramiento y poner más difícil su tratamiento.
No es una enfermedad en la que uno pueda marcar sus límites,porque estos ya los pone el alcohol. Incluso esa forma de pensar tan característica y propia de los alcohólicos de creer que cuando las cosas vayan mejor será más fácil ponerse en recuperación,no deja de ser una trampa del autoengaño.
Posponer o evitar afrontar la realidad de nuestra enfermedad no es más que una huida a ninguna parte.
Mientras uno no ha enfermado puede todavía hacer alguna negociación,pero cuando ya se ha hecho,no nos podemos permitir el lujo ni de pensarlo.
Si a uno le están destruyendo y consumiendo los problemas por culpa del consumo,que no espere a que la situación mejore para solucionarlo porque lo que va a suceder es todo lo contrario,se irá aumentando.