Cuando sólo se cuenta lo divertido y se omite lo bochornoso.

 

Todas esas anécdotas tan divertidas, estrafalarias, y algo surrealistas que nos hacen reír sobre personajes que han hecho algo absurdo porque iban bajo los efectos del alcohol suelen ser «la parte divertida» de la historia, y lo que es lo más importante: La parte … que ha salido bien y no ha habido ninguna desgracia ni suceso que lamentar.

Pero ¿Y lo que no se cuenta? ¿Y todas esas situaciones patéticas, lamentables, vergonzosas, trágicas, … que cada día pasan por culpa del abuso de alcohol o alcoholismo? ¿Por qué no se cuentan?

Vivimos en una sociedad tan incongruente que, por una parte estamos idolatrando y magnificando los efectos gratificantes y divertidos del alcohol y por la otra, cada día tenemos que llorar y lamentar que esa idea asociada no es tan cierta ni real.

El alcohol no tiene nada de divertido. Por mucho que lo disfracen,  seguirá siendo un gran destructor y depresor que asola y arrasa allá por donde pasa.

Es cierto que hay historias que resultan graciosas y cómicas pero os aseguro que éstas son minoría. Además, contadas cuando ya han pasado, se exageran y se añaden detalles que realmente nunca sucedieron para darle un aire más gracioso todavía si cabe.

Hoy en día hemos «avanzado» tanto que los jóvenes ya se graban (por la facilidad de acceso que tienen con los móviles de nueva tecnología) haciendo temeridades o simplemente arrastrando su dignidad y haciendo el payaso porque van colocados.

¿Conciencia social? ¡Qué va, estamos a años luz como sigamos por este camino!  La cosa empeora y el legado que estamos trasmitiendo a las nuevas generaciones, desde luego no es nada esperanzador.

¿Queremos tomar conciencia y sensibilizar sobre esta enfermedad? … Empecemos por contar la verdad y no sólo la parte que nos interesa o hace gracia: Suicidios, accidentes, depresiones, alteraciones mentales,…

[youtube]https://youtu.be/3ZS7iKdRo5Q[/youtube]

 

 

Deja un comentario

Debes iniciar sesión para escribir un comentario.