Cuando un «par de veces» significa cientos

» … tampoco hay que exagerar tanto con mis consumos y borracheras. Sólo ha sido un par de veces que la he armado gorda.»

«Liarla parda o armarla gorda» no es sólo cuando ocurren sucesos, desgracias o situaciones extremas que ya no se pueden sostener por sí mismas ante las evidencias de las consecuencias del consumo frecuente prolongado o abuso del alcohol. Se puede montar el belén con situaciones que a nosotros, los enfermos alcohólicos o personas con problemas de alcohol, nos parecen mínimas o de insuficiente importancia, pero que sin embargo para las personas que conviven con nuestra enfermedad se les hace una tortura permanente.

A parte de las continuas consecuencias desagradables e inoportunas, lo que más molesta a la pareja o al familiar es nuestra mentira, excusa y justificación.

Siempre estamos con «películas e historietas», rollos y manipulaciones para distorsionar la verdad y la magnitud real de nuestro comportamiento.

Queremos ampararnos en el victimismo haciendo verles que exageran o que son unos neuróticos y están obsesionados con nuestro consumo, que se equivocan, que se pasan con los reproches y recriminaciones, … en fin, que al final parece que son ellos los malos por querernos abrir los ojos y nos demos cuenta de la problemática.

Como arma defensiva está la mentira por excelencia: siempre, siempre y constantemente mentimos con las frecuencias y cantidades, con los lugares y las horas, con las personas que hemos estado, con todo en general.

Mentimos una y otra vez con la intención de seguir haciéndolo las veces que sea o haga falta para seguir bebiendo.

Y ya por último, lo del minimizar y desdramatizar lo que sí realmente tiene importancia, como el «par de veces» cuando estos episodios son frecuentes y constantes incluso durante décadas, resulta inadmisible e insoportable por tanta desfachatez.

Personalmente viví en este estado durante casi tres décadas. Si tuviera que volver a él, preferiría morirme. no creo que fuera capaz de hacer un esfuerzo y desgaste tan grande. Sinceramente: prefiero reconocer y aceptar la enfermedad y acabar con este calvario antes que vivir en oculto en la mentira el resto de mi vida.