«Crónica de una muerte anunciada»

Por muy bien que te vayan las cosas,por mucho éxito que tengas en todas tus empresas,aunque estés rodeado de la mejor gente del mundo y te amen, si estás en la senda del alcohol, … no hay salida: Estás dando vueltas en círculo y tu vida se convertirá en un bucle de idas y venidas,de arriba a abajo de abajo a arriba, las cosas acabarán yendo mal, la gente buena desaparecerá o te abandonará, de lo que antes te jactabas,ahora te compadecerás. Este es el camino del alcoholismo.

No se trata de premoniciones, de enviar malos rollos o extraños sortilegios, de pensar negativamente para atraer las cosas malas. No,no es eso. Es pura evidencia demostrada por la experiencia de millones de personas que pudieron contarlo al escapar de sus garras.

Cuando enfermes lo negarás, clamarás por un «golpe de suerte»,te cansarás de hacerlo y poco a poco te resignarás hasta que rebajarás tus sueños,ilusiones,y pretensiones vitales. Al final lo pospondrás todo a un vulgar «las cosas ya mejorarán»,y sin darte cuenta verás que el timón de tu vida lo maneja una botella.

En tiempo de «vacas gordas»,el alcohol más que prevenirte te anima y alimenta tu ego. Modifica tu conducta para mal volviéndote prepotente,arrogante,soberbio e intolerante.  Pero si después de la tempestad siempre viene la calma,cuando hayas enfermado de alcoholismo, ésta jamás llegará,sino que la misma tempestad se hará más fuerte y virulenta.

No hay salida sin ayuda. No hay salida sin reconocimiento. No hay salida sin tratamiento.

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