Con fecha de caducidad
El alcoholismo es una enfermedad que se puede disimular, camuflar, o disfrazar de varias maneras como por ejemplo, bebedor social y similares pero quién la padece, tarde o temprano se manifestará.
Los síntomas, las conductas características de la enfermedad, las consecuencias, etc. por muy escondidas que se mantengan, … tienen fecha de caducidad.
Nadar a contracorriente, además de ser agotador, es absurdo.
Ir en busca de alternativas que no son la alternativa es como intentar arar en el agua.
Toda enfermedad tiene un tratamiento, y ésta no va a ser menos.
La única opción de sanar y no sufrir física, psíquica, y socialmente las heridas que nos va dejando, es recuperándose.
Se puede intentar muchas otras cosas, se puede experimentar, buscar fórmulas que no son más que falacias, recursos que no son más que parches. Se puede escuchar lo que se desea oír y no lo que en realidad no nos gustaría, se puede hacer el avestruz y esconder la cabeza, se puede aparentar que todo va bien, se puede fantasear con que es una mala etapa o qué con el tiempo desaparecerá, se puede hacer lo que sea (por poder, que no quede), pero si lo que se pretende es ponerse bien y que el alcohol no maneje nuestra vida y nos la robe, nos la prostituya emocionalmente, nos hiera y mate lentamente como un suicidio a cámara lenta, no queda más remedio que reconocer, aceptar, y ponerse en tratamiento de la enfermedad.
Ya que hoy me he excedido con el «se puede…» acabaré con uno decisivo: Se puede decir más alto, pero no más claro.
2 Comments
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La unica via posible es insistir en poner remedio a modo de recuperacion, todo lo que sean parches, remedios caseros tipo abuela, todo aquello que sea individual y esconder la cabeza gacha como antaño haciamos, eso es contraproducente.Leer más ..
Buenos días, yo como enfermo alcohólico también estuve escondiendo mi enfermedad un tiempo, pero ese y tiempo se termina, tanto física como enfermo psiquicamente.Leer más ..