Cobardes sin miedo a nada

 

» Ya verás el día en que se de un susto cómo cambiará o lo dejará»-Esta expresión, que la he escuchado muchas veces, es propia de alguien que no conoce bien ni a los alcohólicos ni la enfermedad.

Tiene su lógica y debería ser así pero con el alcoholismo los sustos …son temporales.

Personalmente conduje sin carnet ni seguro décadas, tuve varios accidentes, peleas, detenciones, problemas de todos los colores y con bastante frecuencia pero nunca fueron suficientes para que dejara de beber.

Sí, me asustaba evidentemente, pero un par de días de sentimiento de culpa y remordimiento, otros tantos para que el tiempo pasara y no sentirme tan «de bajón, y finalmente ya estaba otra vez con una copa en la mano (o cientos) volviendo a mi prepotencia, chulería, y arrogancia habitual como si no hubiera sucedido nada.

La necesidad de alcohol era más fuerte que la posible preocupación por las consecuencias aún sabiendo que podían ser trágicas.

El alcohol nos da esa sensación de seguridad que tanto carecemos los enfermos. Siempre he tenido muy claro que la desinhibición que nos proporciona el consumo es la que nos hace «valientes». Exactamente la palabra valiente la sustituiría por inconsciente, porque en realidad somos muy cobardes (necesitamos usar el alcohol para afrontar y enfrentarnos a las situaciones).

Somos cobardes sin miedo a nada … cuando vamos bebidos.

No dudo que en alguna ocasión un suceso pueda servir de detonante para reaccionar, pero por norma suele haber una larga acumulación de ellos en nuestra trayectoria y así incluso, no todos reaccionamos o nos dejamos ayudar.