Capear el temporal
Es inútil «portarse bien» o estar un tiempo forzando la abstinencia para calmar la tormenta que nos ha generado las consecuencias del abuso del alcohol porque ésta, puede que amaine pero … no desaparece.
Capear el temporal: agachar la cabeza, asentir con falsa humildad los reproches y recriminaciones, prometer y jurar que no volverá a suceder, falso arrepentimiento y exclusivo sentimiento de alivio de los remordimientos que nos corroen internamente, tranquilizar el ambiente familiar y el entorno en general durante un tiempo.
Esta podría ser una definición resumida de qué significa esta expresión.
Esto, más que estrategias son parches. Puede que nos crean, se «traguen» nuestras excusas o qué hagan cómo si se las hubieran creído. Puede que nos perdonen y nos den una de las miles más oportunidades que nos dan. Puede que vuelvan a recuperar parcialmente la confianza. Pero al final, si somos enfermos, volveremos a hacer lo mismo o peor.
Llegará un momento que aburriremos y desgastaremos con nuestros argumentos baratos de por qué actuamos y nos comportamos de este modo cada vez que bebemos. Al final, ya nadie nos creerá. nadie confiará. llegara un momento en que esa «tormenta» sera eterna, yendo y viniendo de forma cíclica y … ya no existirá ningún temporal que capear.
No hay que darle más vueltas ni complicarse más la vida, autodestruyéndose y culpándose constantemente. El único modo que desaparezca será con tratamiento y una buena recuperación.
Dejando de beber, dejándonos ayudar, comenzando a aprender a vivir sin consumir, y siguiendo un programa para romper esa necesidad de consumo, nuestros días dejarán de ser tormentosos para convertirse en despejados y alegres cada mañana que nos despertemos.