Buenos propósitos

Respeto a quién se plantea nuevos propósitos y se fija nuevas metas que superar. Admiro, a quién lo hace.

No obstante, cuando se trata de alcoholismo adquiero otra perspectiva muy diferente.

En primer lugar porque salir del alcoholismo no es mediante propósitos sino a través de la recuperación, ya que es es una enfermedad.

Por otra parte, porque la necesidad de consumir de un enfermo es tan grande que hace falta algo más que buenos propósitos para salir. Se necesita un tratamiento muy exigente, un nuevo aprendizaje, una nueva perspectiva, mucho compromiso y trabajo, y unas buenas «armas» como la perseverancia, la constancia, la firmeza, paciencia o tenacidad.

Todavía no he visto a nadie que se recuperara de alcoholismo sólo con buenos propósitos o intenciones.

En resumen, es bueno y todo suma aquello que sea un planteamiento y contemplación de acabar con la dura carga que significa estar atrapado en esta enfermedad, pero todavía es mejor saber que se necesita de ayuda y tratamiento para lograrlo.

Por eso, para todos aquellos que tengan ese «propósito», ojalá lo cumplan pero que no se olviden que éste, va acompañado de mucho trabajo y esfuerzo.

¡Ánimo!

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