Bebiendo con frecuencia, cuesta mantener siempre el mismo ritmo

 

 

Tener aguante,saber beber,llevar años haciéndolo,estar acostumbrado,… mientras seas una persona con un consumo normal (que no normalizado) y moderado,probablemente no te acarree consecuencias y puedas enfermar. Pero si por el contrario,esos consumos no han sido tan regulares y se han alternado con episodios de abusos o excesos,siempre se ha empleado el alcohol como un «suplemento vitamínico» para sobrellevar las cosas o enfrentarse según a que temores e inseguridades,al final la mente demandará cada vez más cantidad y más frecuencias de consumo.

Existe también,que por nuestros antecedentes y trayectoria alcohólica,la posibilidad de que nos vengan algunas adversidades propias del ciclo vital en el que nos encontremos (edad,pareja,crecimiento de los hijos,estado solitario,etc o simplemente sociales (crisis,cambio de trabajo,despido laboral) actúen como desencadenante de un aumento de ese consumo y el riesgo de enfermar.

La cuestión es que el ritmo de beber,cuando este es ya de por sí fuera de lo común desde muy temprano,no se mantiene siempre estable ya que la tolerancia y el desgaste hará que nos creemos, a medida que consumimos,mayor necesidad.

El «He bebido toda la vida y siempre he aguantado mucho» puede convertirse en un típico y tópico del alcoholismo «¡Ponme una más!

 

Deja un comentario

Debes iniciar sesión para escribir un comentario.