¿Bebedor social o alcohólico?
Con alcoholismo, no hay que buscar consuelo sino tratamiento.
Poner una etiqueta social para disfrazar una enfermedad mental (Así se considera el alcoholismo según la O.M.S) no nos va a solucionar nada sino todo lo contrario;agravar y empeorar la situación.
Comprendo el tabú y el estigma que arrastra esta enfermedad en la que hoy, a casi dos décadas del S XXI, se la trata como un vicio y ahuyenta solo con la mención de su nombre.
Estoy preparando mi tercer libro en el que ya “buceo” en las profundidades de una mente alcohólica y su interacción ambiental condicionada por la perspectiva externa y el perfil psicológico interno que padece el enfermo, en el que la necesidad imperiosa por consumir le hace convertirse en un experto en la supervivencia a través de la mentira y el engaño.
A mis lectores, especialmente a ellos, … ¿Sabéis lo más triste de esta devastadora enfermedad? ¡Qué es más cómodo permanecer en ella que salir!
Cuidado y mucha atención con esta afirmación porque implica una carga tan inmensa de frustración y baja autoestima que se alcanza cuando entras en la espiral y lo más profundo de esta enfermedad porque este pensamiento, aunque sea impactante y abrumador, … se convierte en real.
No hablo exclusivamente por mi experiencia personal, sino por la de muchas y muchas personas que pasaron por el mismo dilema moral y existencial.
La pregunta trampa que nos invadía a la hora de afrontar la realidad y enfrentarnos a un tratamiento era: ¿Por/para qué voy a dejar de beber ahora si ya lo he jodido todo?
Este tipo de planteamientos retóricos son una verdadera tortura en la que te retroalimenta la idea de consumir y cada vez con más fuerza.
Lo triste y lamentable es que una “posible salida” a ser catalogado o etiquetado como enfermo es la de venderse como “Bebedor social”, que en realidad no nos cura ni recupera pero al menos nos mantiene en el autoengaño una temporada más hasta que las consecuencias nos superen o toquemos un fondo que ni tan siquiera podemos imaginar.
¿Problemas de alcohol? ¡No te auto-diagnostiques y ponte en manos de profesionales que ellos sabrán hacer su trabajo!