Ave Fénix
Nunca está todo perdido, y menos con el alcoholismo o abuso de alcohol. Todos podemos ser una ave fénix : aquella que perecía quemándose y resurgía de sus propias cenizas.
Evidentemente la motivación y la confianza son imprescindibles para lograr tal hazaña, pero para aquellos escépticos o incrédulos, muchas personas se recuperan y salen adelante en un mundo donde las drogas y alcohol no tienen cabida.
Socialmente la tendencia es pensar que salir de esto es muy difícil, sin embargo es una ilusión que ha terminado por convertirse en un cliché o estereotipo: mucha gente se rehabilita y se recupera cada día aunque los que no lo hacen o lo consiguen «hacen más ruido» o tal vez sean más vistosos.
Nunca hay que dejar de creer, no hay que desfallecer, rendirse nunca es una puta opción. Hay que trabajar duro, con fuerza y energía, perseverancia y tenacidad, hay que dejarse ayudar, colaborar, poner el máximo de nuestra parte, y nunca,nunca, pero nunca perder la esperanza de que es posible conseguirlo.
Que cada día salgan más aves fénix y resurjan para quedarse definitivamente en el planeta vida.