Atrapados en la tela de araña

Atrapados en un océano de interrogantes, incertidumbre e incomprensión.

«¿Por qué se comporta así?, ¿Por qué actúa de este modo sin motivo alguno?, ¿Por qué si es tan buena persona, cuando bebe se transforma y hace estas cosas?, ¿Por qué nunca, aunque no haya problemas, está content@?, ¿Por qué nos lo hace pagar a nosotros si somos quienes de verdad le queremos y con los demás se comporta siempre muy bien?,¿Por qué no deja de beber si sabe que no le hace ningún bien se está destruyendo?, …»- ¡Cuántos porqués sin respuesta!

Los alcohólicos «diseñamos» nuestra mente, a medida que vamos enfermando y agravando el proceso, para y por el consumo. Somos cómo esas arañas que poco a poco, sin que nadie las vea durante su labor, van tejiendo una tela inmensa para atrapar a sus presas.

Lentamente, la necesidad y enfermedad, nos hace dejar de ser cómo éramos para convertirnos en lo que ya no somos.

Vamos apartando los sentimientos, emociones, el cariño y la ternura, la bondad y los rasgos de nuestra personalidad para adaptarnos a un mundo nuevo en el que el alcohol ya domina todas nuestras ideas, pensamientos, y acciones.

No somos aquellos que los demás conocieron. ¡Hemos cambiado radicalmente! Anteponemos nuestra imperiosa necesidad de consumir a cualquier otra circunstancia, y eso hace que los que una vez nos vieron de una manera, ahora se pregunten que ha sucedido para que haya habido tal transformación.

¿Por qué se sienten atrapados nuestros seres queridos en nuestras redes? Porque a pesar de nuestro cambio, les seguimos traicionando y manteniendo engañados con falsas expectativas y promesas de que lo que está ocurriendo es sólo temporal y circunstancial, esperanzándoles con tramas y mentiras de que pronto lo solucionaremos.

Para lograr este objetivo y así poder seguir bebiendo evitando al máximo los reproches y recriminaciones continuas, debemos volvernos maestros del arte de la manipulación y el engaño. Por eso … nos convertimos en grandes «tejedores»: Necesitamos tenerlos confiados y embaucados para proseguir con nuestro objetivo;  beber.