Atrapados en el tiempo

Imagínate que cada día te sucediera lo mismo (el día de la marmota) y que nada más despertarte te invadiera una angustia y temor porque no recuerdas bien o lo haces de modo confuso el día anterior. Que antes que desayunar, si es que lo haces, ya necesitas tomarte tu dosis de alcohol. Que vives en la dejadez y abandono personal no extremo porque necesitas todavía vivir de la apariencia, y que a lo largo del día la cosa más importante que tienes que hacer es pensar, premeditar y planificar cómo, qué,y cuánto vas a consumir. Y que tu día ha pasado entre copas, conflictos, malas caras, discusiones absurdas, luz artificial.

Imagínate que durante ese «fantástico día» que se repite constantemente, además de no tener ninguna ilusión o motivación, de pasarlo mal y experimentar las emociones más negativas, también tengas ganas de que acabe , aún a sabiendas que al día siguiente tendrás más de lo mismo.

Imagínate vivir enterrado y encerrado en una botella y soportarlo porque no eres capaz de romperla y salir de ella.

Pues todo esos «imagínate» son la pura y dura realidad de una persona que padece alcoholismo. Cualquiera de nosotros (yo soy alcohólico) ha vivido esta sensación tan surrealista y esperpéntica.

¿Quieres continuar con tu vida y no quedarte atrapado en el tiempo? ¡Pide ayuda, déjate ayudar y ponte en tratamiento!

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