Arrastrarse
Arrastrarse metafórica y literalmente. Beberse la dignidad o dejársela en alguna barra de un bar.
Hoy en día, ante la prominente invasión de mensajes de autoayuda y conceptos relacionados con ella, la palabra «estrella» es la de autoestima.
Obviamente la autoestima de un alcohólico está por los suelos. la autoestima, el autoconcepto, su capacidad cognitiva y reflexiva, su estado de ánimo, su ilusión, y todo aquello que en un tiempo pudo tener o lograr.
El alcohol «ha hecho su trabajo», el de desgaste. Todo está por los suelos, por lo tanto ya no andamos erguidos, ni siquiera somos capaces de gatear, sino simplemente nos arrastramos.
No es que me desagrade el concepto de autoestima (de hecho es la fuente de energía que nos hace sentir personas), pero hay otras palabras que van quedando en desuso o nos olvidamos, con un significado especial y que forman parte de los pilares que sustentan nuestra esencia y esencia: Principios, valores, moral, personalidad, firmeza, responsabilidad, …amor.
Cuando enfermé por consumo abusivo, frecuente, e incontrolable de alcohol, me bebí la autoestima y con ella se fueron todos esos valores e ideas en las que se había construido mi persona. Desaparecí para dar vida a una nueva versión de mí, en apariencia física idéntica pero en realidad muy diferente:Un reptil que iba arrastrándose por esta vida.
Podemos buscarle los efectos beneficiosos del consumo y no niego que en cantidades mínimas y muy moderadas puedan existir físicamente, pero tengo claro que psicológicamente de aportar …¡nada!. Más bien asolar, arrasar, destruir …
El alcohol es un potente depresor y muy paciente:Lo que hoy no haga…, ya lo hará mañana. Y si beber no es malo, enfermar de alcoholismo es gravísimo. Aunque los resultados no se vean a simple vista, aunque la apariencia parezca firme y sobria, el enfermo no va por la vida,se arrastra.[youtube]https://youtu.be/nqAvFx3NxUM[/youtube]