Aprender «del » cambio.

» Si siempre hacemos lo mismo no obtendremos resultados diferentes» Albert Einstein

Cambiar, cuando has enfermado de alcoholismo, no es una obligación sino una necesidad.

Cambiar en todo su amplio y extendido concepto. Cambiar tanto hasta el punto de reinventarse. Incluso me atrevería a decir que no es suficiente hacer una nueva versión modificada, sino más adecuado, prudente y consecuente reconstruirse desde los cimientos.

Tal vez no podamos cambiar como somos y cómo hemos sido configurados, pero sí las relaciones sociales y los factores ambientales con las que convivíamos cuando consumíamos.

El cambio da miedo, da pereza, da mal rollo. Nos hemos vuelto una sociedad tan superficial que nos hemos aburguesado y acomodado hasta en la propia mediocridad sin que ello nos importe.

Dado por hecho y básico que es necesario un cambio radical «en todo» para poderse recuperarse del alcoholismo, seamos positivos y astutos a la vez aprovechando al máximo ese cambio: No esperemos la recompensa «después» del cambio sino disfrutemos de ese propio cambio. Vivamos, sintamos y experimentemos nuevas sensaciones gratificantes mientras vamos enterrando esas malas historias de nuestra época de consumo.

Personalmente y desde una opinión muy subjetiva, el bienestar no consiste en como nos vean los demás sino más bien en como nos vemos y nos gustamos nosotros mismos.

Por esta premisa, es imposible querernos mientras sigamos bebiendo y haciendo siempre lo mismo.