Amargura
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» No es oro todo lo que reluce»
Una persona puede aparentar ser todo lo dichosa y feliz que quiera,se puede esforzar,intentar demostrar a los demás o impresionarles,pero si está vencido por el alcohol,todo eso sera una mera fachada.
Curiosamente,los «de afuera» cuando ven a una persona alternando siempre,en compañía,riendo y pareciendo que disfruta,tienden a prejuzgar o anticiparse pensando que ese tío sí que sabe vivir. Eso es lo que parece,la realidad del alcohol es otra muy distinta:nadie ve a esa misma persona de mal humor,resaca,con mal cuerpo,inestable,ansioso,deprimido,flagelando y autotorturándose solo.
Un estado permanente de consumo o alcoholizado no tiene nada de placentero ni mucho menos bienestar. Esa apariencia de «que todo va bien» es efímera y pasajera. En realidad se vive un infierno personal que cada vez va en aumento. Un mundo interior de frustración y amargura.
La amargura es muy jodida:crea rencor,odio,envidia,recelo,etc. La amargura se retroalimenta: vive de consumirse a ella misma.
Pensar que una persona es feliz porque siempre intenta aparentarlo es un error muy grande,especialmente sobre los que tienen problemas con alcohol o han enfermado de alcoholismo. Lo que sucede es que el alcohólico hace mucho ruido y pocas nueces.
El mundo «exterior» del alcohol vende diversión,jolgorio,folclore,bienestar. El verdadero mundo,el interno,es un auténtico infierno con un final anunciado;el drama.