Amanecer amaneciendo

Aunque la lectura del titular nos parezca algo muy normal a primera vista, personalmente durante las décadas de consumo, las pocas veces que tuve conciencia de un amanecer, siempre fue de regreso a casa y nunca por despertarme o activarme, lo que se traduce en un cruel » no recordaba un amanecer estando sereno».

En estos pequeños detalles que damos por hechos y normalizados, en la recuperación de un alcohólico son pasos de gigante.

Cualquier cosa, momento o situación que podamos ver, sentir y contemplar se convierte en una experiencia de vida magnífica.

Probablemente esas sensaciones siempre estuvieron ahí, pero nuestra intoxicación no nos permitió verlas.

Quien quiere renacer y abandonar el maldito infierno del alcoholismo debe apreciar y valorar el más pequeño detalle aunque nos parezca insignificante, porque la vida se lleva con dignidad y esta no se bebe, se vive.

Por eso, quiero que todos mis amaneceres … sean amaneciendo.

 

Deja un comentario

Debes iniciar sesión para escribir un comentario.